Abogados especialistas en delitos contra la intimidad

Las conductas básicas son aquellas que constituyen la forma más directa de violación de la intimidad. Incluyen acciones como:

• Captación y divulgación de imágenes sin consentimiento: Esto se refiere a tomar fotografías o grabar videos de una persona en un contexto privado sin su permiso, y posteriormente publicar o compartir esas imágenes. Este tipo de conducta es especialmente dañina y constituye una violación directa del derecho a la propia imagen.
• Interceptación de comunicaciones: La escucha, grabación o interceptación de conversaciones telefónicas, mensajes electrónicos o cualquier otra forma de comunicación privada sin autorización cae bajo esta categoría.

Las conductas agravadas son variaciones de las conductas básicas que incluyen ciertos factores que aumentan su gravedad, como:

• Difusión de datos personales sensibles: Esto implica la revelación de información confidencial, como detalles sobre la salud, orientación sexual, creencias religiosas o políticas, que pueden causar un daño significativo a la persona afectada.
• Comisión por responsables de archivos o registros: Cuando la violación de la intimidad es cometida por alguien que tiene acceso legal a datos personales debido a su profesión o posición, como un administrador de sistemas o un gestor de bases de datos.

Las conductas específicas son aquellas que, debido a su naturaleza, requieren una consideración especial. Incluyen:

• Espionaje y vigilancia ilegal: El uso de dispositivos o software para espiar o seguir los movimientos de una persona sin su consentimiento.
• Suplantación de identidad: Usar la identidad de otra persona en internet o en otros contextos para acceder a su información privada o para cometer actos que afecten su intimidad. Hay que recordar que existe además un delito específico (usurpación de estado civil) regulado en otro apartado del Código Penal (artículo 401) para las suplantaciones de identidad cometidas fuera del ámbito de la intimidad.

• Definición y alcance: La inviolabilidad del domicilio garantiza que ningún individuo o autoridad puede entrar en un hogar privado sin el consentimiento de su habitante, a menos que exista una orden judicial debidamente fundamentada. Esta protección se extiende a cualquier espacio considerado como parte del entorno privado de una persona, como su vivienda, oficina privada o habitaciones de hotel.
• Artículo 18 de la Constitución Española: Este artículo establece claramente que el domicilio es inviolable, subrayando la importancia de este derecho en la protección de la intimidad y la vida privada de los ciudadanos.

• Casos de vulneración de la inviolabilidad: Las intromisiones ilegítimas en el domicilio pueden ocurrir en diversas formas, como el ingreso no autorizado por parte de autoridades, la instalación de dispositivos de vigilancia sin consentimiento, o el allanamiento de morada por parte de particulares.
• Consecuencias legales: Las vulneraciones de la inviolabilidad del domicilio no sólo constituyen una falta grave contra la privacidad, sino que también pueden tener serias repercusiones legales, incluyendo penas de prisión y multas.

• Salvaguarda del hogar: La ley española ofrece robustas protecciones para asegurar que el hogar de una persona sea un espacio seguro y libre de intrusiones no deseadas.
• Acciones legales en caso de violación: Las víctimas de violaciones a la inviolabilidad de su domicilio tienen derecho a emprender acciones legales. Esto puede incluir denuncias penales contra los infractores y demandas civiles por daños y perjuicios.